La lista
Todos los cierres de año hago mi recuento de las cosas buenas y las cosas no tan buenas de lo que hice y me faltó por hacer en 12 meses. Antes, lo escribía en coquetas libretitas que ahora están regadas por cajas, libreros y bodega de mi casa. Desde 2011 lo formalicé en mi compu e hice un formatito para ver el progreso y los cambios que existen año con año sobre los mismos temas.
¿Qué me pregunto? Bueno, desde el mejor momento del año y el libro favorito o la canción más representativa hasta las personas que llegaron o se fueron de mi vida. La lista pasa por frivolidades como el objeto mejor empleado (que un año pudo ser mi bici, otro mi compu, otro una bolsa o una cafetera…) pero también me recuerda momentos y personas, viajes y alegrías que no quiero olvidar.
Me resulta un placer leer de un año a otro cuál fue mi momento de mayor pérdida o la dolencia del año y ver que doce meses después ya es diferente. ¿Por qué hago esto? Primero porque tengo mala memoria y me gusta recordar… Segundo, porque así reviso mi avance o estancamiento. Aquí te cuento algo penoso. En el apartado de “algo que no hice”, anoté por años que tenía pendiente terminar un curso. Un día escuché que si dejas un pendiente por mucho tiempo es que quizá nunca lo vas a terminar y solo estas cargando tu mente con algo que de plano no quieres hacer. Entonces al año siguiente lo saqué de mis objetivos de vida y, por supuesto, de mi lista de pendientes sin terminar. Me perdoné y acepté que ¡a la fregada! nunca iba a terminar ese curso ¡y santa paz! No era algo de vida o muerte y yo estaba cargando eso como si de veras…
Hay cosas que nos forzamos a hacer porque creemos que es el “deber ser”, pero ¿quién dice? En cambio, hay otras que hacemos por placer que, a la larga, nos resultan muy útiles en la vida; incluso más que muchos estudios o trabajos forzosos. Quizá me esté justificando. Juzga tú.
Lo que sí te puedo decir es que esta lista me ha resultado súper útil para reconocerme a mí misma logros personales o para platearme metas. Por ejemplo, me resulta padrísimo ver que en un año conseguí tal o cual premio (profesional o deportivo) sin buscarlo, pero también me ayuda saber que en ese tiempo solo leí cinco libros :( Eso me arde en un sentido positivo. Y como es personal, solo yo sé las confesiones que me hago.
En el ejercicio 2020 sumé los aprendizajes de la pandemia y las vacas que maté conscientemente. Si no sabes a qué me refiero con el rollo de las vacas, hay una metaforita contada de diversas formas que puedes buscar en internet. Se refiere a un cuento de un monje que manda a su lacayo a matar la vaca de una familia muy pobre que vive de ordeñarla para que se ponga las pilas y prospere…
Bueno, pues hasta aquí mi choro de las reflexiones anuales. Te recomiendo que, aunque estemos pasando día de Reyes, hagas las tuyas. Yo incluyo a mi persona favorita o inspiradora, algún maestro, personas nuevas en mi vida, nuevos aprendizajes, etc.
Si quieres que te comparta mi formatito, escríbeme a almasoriano022@gmail.com
Notas del alma
El pasado solo es una referencia para agradecer y gozar el presente. No nos quedemos ahí.
Muy buena iniciativa amiga, que mejor forma de plasmar lo bueno y lo no tan bueno del año, debe ser muy interesante leer las respuestas de años anteriores y de mucha reflexión! Te mando un fuerte abrazo
ResponderBorrarGracias querido amigo. Es interesante ver cómo uno va cambiando de intereses, gustos y maneras de pensar. Antes tenía un apartado que decía: "el mejor regalo" y otro "el regalo más raro"... pero con el tiempo aprendes a valorar toooodo lo que recibes y a tomarlo como si fuese una caricia de la persona que te lo entrega. No importa que sea un roperazo o un regalo de compromiso; hay que encontrarle el lado padre: si te lo dio fue por algo bueno :) Y así muchas cosas.
BorrarComenzar el año leyendo lo que escribes, es sin duda la mejor manera de comenzarlo con el pie derecho. Mil gracias por compartir.
ResponderBorrarEs hermoso tu comentario y me llena de alegría. Muchas gracias. Lástima que viene sin firma. De cualquier manera, te abrazo virtualmente.
Borrar