Balance y equilibrio

 

        Hace unos meses una mujer, de lenguaje directo y claro, me dio una terapia holística, de esas que te curan el cuerpo, pero también indagan en el alma. Fui porque estaba saliendo de un herpes zóster, que en resumen es una vieja varicela que puede presentarse en adultos por varias causas: una de ellas, estrés. Ella me preguntó qué significaba estar en balance para mi. Me pidió escribirlo y más o menos, estas fueron mis notas: 

¿Qué significa balance para mí?

        Balance significa sentirme cómoda con el tiempo, con lo que visto, con cómo me veo, con mi salud, con mi forma de hablar y lo que digo, con las personas que me rodean, con mi relación con el dinero. Balance quiere decir dormir sin tensión en las muelas, sin frío, totalmente estirada sobre la cama. Representa no tener que decidir irme con melón o con sandía sin herir a nadie. Significa no tener ganas de esconderme  ni tener pensamientos negativos tan seguido o sentirme deprimida y tener ganas de llorar por cualquier cosa.

Equilibrio

        Comer sin indigestión. Dormir plácidamente. Pagar mis cuentas sin zozobra. Trabajar sin demasiado estrés, sin los labios apretados, sin sorpresas ni incertidumbre. Hacer un deporte que me haga sonreír y que mi cuerpo no sufra mareos o desajustes fuera de lo normal. Tener tiempo para leer o escribir, acariciar a mis gatos sin contarles el tiempo, hacer el amor sin prisa y cocinar por gusto. No vivir perseguida por el reloj ni con una sensación de estar apretada. Dejar de escuchar de mí y de otros que vivo bajo estrés, porque eso solo reproduce su impacto.

        Balance significa pensar menos, juzgar menos, exigirme menos, sufrir menos, no enfermarme por todo, no inflamarme por todo, no perseguir por todo.

        Balance son luces positivas: un olor a hierbas, una música suave, un libro con respuestas o con preguntas interesantes, un día con momentos de sol. Quiere decir reír sin prisa, con amigos, beber con mi novio una copita o la botella entera, sin cuestionamiento; platicar con mi hermana, sin preocupaciones, abrir un cajón donde aún hay espacio que así quiero conservar. Balance significa verduras en el refri, agüita cliente en la espalda, los ojos del gato sobre los míos, tiempo en la tarde para no hacer nada, silencio plano para no hablar, aire para no pensar, certeza para no decidir, momentos para no decir. Balance significa finanzas sanas, cuentas claras, recibir sin pedir, dar sin preguntar y llegar sin avisar. Balance es darse tiempo para contemplar la marcha de las hormigas y asombrarse del milagro que pasa ahí.

Significa regresar a Dios y sentirme libre.


        Notas del alma

        La vida no es color de rosa y para ver la luz hay que aprender a reconocer y a aceptar la sombra. Pero cuando la balanza se inclina hacia un extremo, necesitamos empujarla con fuerza hacia el otro lado para compensar. Creo que de eso se trató ese ejercicio.  

Cuéntame. ¿Qué es para ti estar en balance?